Reseñas de Pastelería Anturay. (Gastronomía Y Hostelería) en Caldera (Atacama)

Pastelería Anturay

65 Opiniones

Gastronomía y hostelería

Pastelería

Batallón Atacama 720, Caldera, Atacama

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Descripción

Si alguna vez te encuentras en Caldera, no puedes dejar de visitar la Pastelería Anturay. Este pequeño local, situado en Batallón Atacama 720, se ha convertido en una joyita bien guardada, gracias a su dueña que, por lo que he escuchado, hace magia con la repostería.

Al entrar, el aroma de tortas y pies recién horneados te envuelve como un abrazo cálido. Y no es casualidad que haya conseguido una puntuación de 4.5 sobre 5, con 65 reseñas de locales y visitantes que no escatiman en elogios. Claro, como en todo, hay opiniones mixtas. Pero la mayoría de la gente parece obsesionarse con el pie de manzana y, más recientemente, el de pera. ¡Y qué ricuras ofrecen!

He escuchado que su kuchen de nuez, junto con el cheesecake de frutos rojos, son imperdibles. Algunos dicen que incluso su pan artesanal de masa madre y las tartaletas, son simplemente extraordinarios. Hoy por hoy, parece que este rincón de dulzura ha cautivado a más de unos cuantos paladares.

Ahora, puede que no sea la más grande ni la más ostentosa de las pastelerías. Pero lo que le falta en tamaño, lo compensa con calidad y atención. Te atiende la misma dueña, quien es descrita como una persona sumamente cordial y dispuesta a sugerirte la mejor opción para tu antojo. Diría que eso le da un toque personal que se siente muy auténtico.

Ah, y hay que mencionar que, si vas, hazlo durante su horario. Abren de martes a domingo, pero cierran los lunes. Lo bueno es que ofrecen opciones para llevar y también puedes hacer encargos si quieres algo especial.

Sin embargo, hay que tener cuidado, porque algunas experiencias no han sido tan brillantes. Un cliente se quejó de que su torta de cumpleaños no era exactamente lo que había pedido. En fin, ¿quién no ha tenido un mal día en la cocina? A pesar de eso, la mayoría sigue volviendo por más. Así que, si pasas por Caldera, ¿por qué no darte un gusto? A veces, lo mejor de un viaje son las pequeñas delicias que encontramos en el camino.