Frutillar, un rincón encantador al borde del lago, es un verdadero tesoro empresarial. Las opciones que se presentan son una mezcla de cultura y sabor, donde cada negocio cuenta su propia historia. Desde acogedoras cafeterías, que parecen sacadas de un cuento, hasta restaurantes que ofrecen platos que hacen agua la boca, es difícil no dejarse llevar por la variedad.
Quizás una heladería artesanal capte tu atención; eso, sin duda, es algo que está en la mente de muchos durante el caluroso verano. O tal vez, un pequeño taller de artesanías que destaca la destreza local, donde las manos crean obras que evocan la belleza natural de la región. Sin olvidar las tiendas de productos típicos, ideales para llevar un pedacito de Frutillar a casa.
Quizás te preguntes, ¿vale la pena explorar más allá de lo habitual? La respuesta es un “definitivamente sí”. Cada parada en esta lista no solo es un lugar de compras, sino un refugio donde la comunidad se une. Así que, ya sea que busques una experiencia gastronómica única o un recuerdo que contar, estos negocios ofrecen algo especial. En este pequeño pueblo, descubrir lo mejor es deleitarse en una experiencia que vale la pena compartir.
